Lo qué llevo en el corazón

“Band ten hut!”, la llamada a atención. Rápidamente me recupero a la realidad. La banda va al grano. Todos están enfocados. Mucho está pasando a la vez, yo pensé. Necesito concentrarme. ¿Por qué estoy tan inquieta? He hecho esto antes. Aún la excitación está aumentando también. Puedo sentir la presencia de la muchedumbre al otro lado del túnel. Me concentro, recuerdo. Repaso mentalmente cada marca mientras pienso en la música, los cambios de dirección, y la técnica total. Siete minutos parece 37 minutos cuando se espera marchar en el estadio. Hay muchas distracciones… ¡La luna es fascinante! Me habla. Es sólo— “Band ten hut!” Vivo para esto. El suspenso está aumentando, haciendo un crescendo.

En las profundidades de la noche, la muchedumbre, el estadio, marchamos. Un torrente de emociones vierta sobre mí a medida que vislumbro los stands que rebosan. Cuando tocamos nuestro ejercicio de calentamiento, aspiro la atmósfera. El olor del aire de la noche es refrescante. El anuncio retumba por el estadio: “Participando en la competición final, de Colorado Springs, CO, es la Banda Militar Air Academy KaDET. Su presentación está titulada Cronometría.” Un sentido de orgullo corre a través de mí por un breve segundo, sé que soy una parte de algo espectacular. Las campanas de viento comienzan, y yo me enfoco inmediatamente otra vez y empiezo a contar mentalmente. No hago ningún error. No me equivoco en el primer paso, me digo. Con cada movimiento estoy previendo el próximo, sabiendo que son críticos los dedos de los pies altos, los hombros cuadrados, y un buen ángulo  del cuerno. Las notas de la flauta mezclan con la melodía y la armonía de los otros instrumentos. ¡Casi al final! ¡Yo puedo hacerlo! Cuando la última nota resuena por el estadio,  puedo oír y sentir la explosión de la muchedumbre, aunque estoy físicamente demasiado agotada para mirar. *Clic, clic, clic, clic* de los palillos, haciendo señales para que volteemos y  empecemos a marchar fuera del campo. Vivo para esto.

Tomamos nuestros asientos entusiasmadamente en la colina al lado de los stands y observamos la banda #1 y el anfitrión, Pomona. Esperamos los premios, algo nerviosamente. Me siento y espero que no nos llamen entre los primeros seis. No estamos en ese grupo. Pero no nos anunciaron en 4º, 5º, o 6º lugar tampoco. ¿Qué va a pasar? Un descanso para los premios de los títulos. ”Para visual alto, el premio va a… ¡Air Academy!” “Para la música alta, el premio va a… ¡Loveland!” “Para el efecto general alto, el premio va a… ¡Air Academy!” ¡Ganamos dos de los tres! Usamos nuestras cuerdas vocales para gritar, después para tocar los instrumentos. ¡Shh! Tanta celebración por el momento. “En tercer lugar en la clase 4A y 3º en totalidad… ¡Rampart!” Ellos tenían una gran presentación y merecían crédito, pues aplaudimos en apreciación. “En segundo lugar en la clase 4A y 2º en totalidad…” Yo estaba muy nerviosa pero simultáneamente optimista. Tomé un aliento profundo… “¡Loveland!” ¡Ay Dios mío! ¡¡Eso significa que ganamos!! Casi estamos de pie antes de que lo anunciaran. “Y en primer lugar en la clase 4ª y 1º en totalidad, con una puntuación de 76.41… ¡Air Academy!” Literalmente  empezamos a saltar para arriba y abajo y nos abrazamos todos. ¡¡Era increíble!! El cielo abrió y mandó ángeles sobre nosotros. Saltamos por la colina para admirar el trofeo de tres hileras que ahora nos pertenecía. ¡La victoria es nuestra! El chillido no cesaba. Nadie quería terminar la celebración. Felicidad, gloria, asombro, y amor corrieron por cada uno de nosotros como una fuente maravillosa fluyendo con esperanza eterna. “Band ten hut!” Palabras que yo temo y admiro. Vivo para la banda militar.

Esto está dedicado a la Banda Militar de Air Academy y sus miembros, el personal, las familias de los miembros, y los partidarios leales.